lunes, 1 de agosto de 2016

¿Por qué no sucedió antes?


Wiggins (Sergio Capín Barreda)

El mes por excelencia que abandera la sana y necesaria desconexión colombófila que todo colombófilo debe seguir suele ser el recién inaugurado mes de Agosto. En realidad parece como si durante estas semanas el mundo se paralizase. Al menos así debe ser para los que están de vacaciones. Vamos a ver si sigo los dictámenes de la razón y hago descansar a esta pluma negra a la que ya tengo bastante agitada.
Hoy charlando con un amigo canario, comentábamos en una amena e interesante conversación sobre las diferencias que presentan la colombofilia marítima y la terrestre. De las ventajas y de sus inconvenientes. Ya sabeís, batallitas de abueletes.
Posiblemente  lo fundamental es asumir la línea de vuelo que cada uno padece, y adaptarse a ella. Puedo aseguraros que hoy he variado mi postura y mi discurso, y ambos tienen más que ver con lo que está sucediendo por aquí,  que por otras causas.

En el terreno deportivo, la colombofilia española ha sufrido una gran transformación los últimos tiempos.
Podría enumerar muchos grandes fondos nacionales donde,  por ahí, rondando el año 2000 era casi una utopía marcar en el día, u otras donde afrontar carreras de 900 o 1000 km eran una tumba. Asumiendo la dificultad que todavía hoy padecemos, es cierto que la colombofilia, quizás en los despachos no, pero a nivel deportivo si se viste hoy de otra forma. Tiene otro color en el rostro.
Gallegos marcando y rompiendo esa barrera inimaginable de Lloret en el día, como fue el caso de Odín, y el año pasado creo recordar que en Lugo también se logró parecida hazaña . Eso hace tan sólo unos pocos lustros era impensable. 
Mallorquines comprobando de Marbella con soltura y afrontando Ayamomontes,  a pesar de su gran dificultad, con posibilidades reales de éxito, incluso marcando en el día, en el caso de la primera clasificada. 
Los menorquines, que nos costaba sudores marcar de Baza en el día, hoy está, aun siendo sueltas del 10-20%,  más que superadas. De hecho llevamos 3 años seguidos marcando desde 880km. Y el que os escribe marco de gran fondo esta temporada 27 palomas. Si, definitivamente algo ha cambiado, y lo ha hecho para todos. Así que menos sacar pecho, y más análisis del porqué, y de la diferencias de lo de antes y de lo de ahora, un nuevo escenario.
Los Valencianos asumían hace años Peniches como un muy serio obstáculo, pero hoy, siendo todavía su gran fondo, los buenos colombófilos lo superan con creces, los hay que hasta metiendo más de 20 palomas en esa suelta, y además marcan en el día tranquilamente, algo antes realmente complejo. 
¿Que decir de los Canarios?. Hace unas décadas los vuelos entre islas eran torturas, y hoy hay palomas con 40 vuelos o más, y se atreven con la imposible Casablanca, y miran de reojo citas más lejanas.
Los Catalanes, cuando comencé en esto, marcar de Lisboa era una barbaridad, y llevo años observando como de Oporto o incluso desde la propia Lisboa, marcan con mayor seguridad que en el pasado, etc, etc.
¿Que ha cambiado? Pues no lo sé. Desde la perspectiva que me da tan sólo observar este acontecimiento desde el año 2002, me sorprende. ¿Y antes?¿Por qué no se produjo este salto cualitativo con anterioridad?
Internet, mayor información al alcance de todos, mejores productos y no sólo para unos pocos, mayor accesibilidad para todos de todo tipo de línea de palomas, el acceso a valiosa información meteorológica, transporte muy mejorado en muchos clubs españoles, mayor conocimiento de las enfermedades y de como afrontarlas, la aparición de la figura de los veterinarios,  la positiva irrupción de los rumanos que poseen un entusiasmo casi desmedido por la colombofilia ,que nos supera con creces, y al margén de poseer muy  buena mano en general, han hecho mover el culo a más de uno y de dos que estaban demasiado "acomodados". Tan sólo hay que echar un ojo a las diferentes clasificaciones a lo largo y ancho de la geografía española para darse cuenta de la influencia positiva del efecto rumano, etc, etc.

¿Por qué ahora?, ¿qué ha cambiado? No tengo respuestas, pero seguro que alguna de las apuntadas se habrá aproximado a hacer diana. Probablemente no hay una sóla razón ni tampoco explicaría los distintos avances en todas las regiones. 
Os pongo un ejemplo, el nuestro. A pesar de que se ha mejorado una barbaridad en muchisimos aspectos, a pesar de todas esas mejoras, si hoy no se tuviera en cuenta el tiempo y no se buscase las bondades de sus efectos, la dureza sería exactamente la misma que hace 20 y 30 años. Poco o nada habría cambiado por aquí a pesar de las buenas intenciones.



Asimismo debemos asumir que no en todos los rincones de nuestra riquísima geografía  han experimentado esa evolución colombófila . Siguen existiendo pequeñas aldeas donde sus irreductibles "galos" continuan viviendo la colombofilia que vieron nacer. Donde sólo ellos se comprenden, porque sólo ellos la sufren. Donde nada ha cambiado ni lo hara.
Lo fundamental es asumir la línea de vuelo que uno "vive". No buscar culpables en otros, en azores y halcones, en situaciones meteorológicas, individualizando nuestras miserias en personas, o pagándolo con otras. Muchas, la mayoría de las veces, incluso asumiendo la dificultad del medio en el que nos ha tocado lidiar, debemos reflexionar y también buscar la causa en nosotros. Ahí suele residir la clave que da luz a algunas respuestas.
Al hilo de lo que representa una línea de vuelo jodida, de esas que hace rompernos los cuernos y tratar de superarnos año tras año, os dejo un artículo de mi amigo  Sergio Capin Barreda. El mismo que os acercaba el oriente asturiano hace unos meses con aquel reportaje  http://plumanegras.blogspot.com.es/2016/03/reportaje.html

Tiene ya algunos años y está en inglés, pero merece la pena. Esta es la 4 parte, hay tres más. Donde vuela Sergio hay que ser muy duro de cabeza. Los débiles, y me refiero a los colombófilos, van pereciendo por el camino. Hay que "fabricar" mucho callo, tener un temple especial e incluso ellos mismos llegan a dudar de si realmente merece la pena.
El Oriente asturiano, como ellos lo denominan, es como aquella aldea de irreductibles galos. Saben que viven una situación especial, y además para más inri, deben convivir con la incomprensión de sus paisanos (ni que decir con los ajenos a la hermosa tierra de la sidra) donde ni tan siquiera atisban lo que supone volar en THE HARDEST ROUTE. Os dejo aquí el enlace:




Pabs